Sin Permiso: La obsesión del gobierno y las laptops
24/9/2025
El gobierno volvió a taparse los oídos y abrió la licitación para gastar 230 millones en laptops y licencias Microsoft. Y digo taparse, porque Lucy ya había intentado esa compra con un convenio chueco que el contralor no refrendó. Ahora lo venden como licitación, pero seguimos sin ver el estudio que pruebe que esto mejora la educación.
Y claro que los niños necesitan alfabetización digital. Pero hay 340 escuelas rancho y más de mil sin agua, luz ni internet —¡el 44% del total!—. Miles desertan por falta de transporte, de comida. Aquí muchas mamás mandan a sus hijos a la escuela no a estudiar: a comer. Pero laptops sí habrá. ¿Ya aseguraron internet, mantenimiento, formación docente y programas que se adapten a cada realidad? Eso no es de esa ropa one size fits all. Atiendes a un niño en la comarca que fue sin desayunar, no almuerza, está en una escuela rancho de tierra… ah, pero el niño tiene computadora. Sin tener luz ni internet. O tienes a un pelao que está pegado a su celular todo el día: desconectado de la realidad. ¿Necesitamos que se desconecte más?
¿Ya hablaron de data, evaluaciones, investigación? Sin eso, las laptops son solo un distractor caro. Y ojo: en 2013, con Lucy también, se compraron 116 mil 800 laptops por 83 millones. Dos años después, 26 mil cogían polvo en un depósito. Y para lo que servían muchas era para jugar videojuegos, porque ni los profesores sabían usarlas. Ni siquiera Excel ni Word.
Solo el año pasado 20 mil alumnos repitieron y 9 mil 145 desertaron, y hay gabinetes psicopedagógicos en apenas el 10% de las escuelas.
Y la estrategia de ahora es la misma trampa de siempre: inflar el presupuesto del Meduca para cumplir con el “alto porcentaje” a la educación, pero apenas arranca la vigencia fiscal, empiezan los traslados de partida. Del Meduca hacia Presidencia, hacia el MEF, hacia el MOP… hacia todo el mundo. Por eso es que el Meduca siempre queda con baja ejecución. Los diputados se quejan, pero aprueban lo mismo. Es un ciclo vicioso que arrancó en este gobierno: le ponen millones al Meduca en papel, y luego se los van quitando, desangrándolo.
Mientras tanto, al ITSE —que es de lo poco que funciona y ofrece una salida real para jóvenes que no quieren engrosar las filas de los “ninis”— le cortan más del 70% de su presupuesto. A la Unachi, la más cuestionada, la premian con más plata. Y todo esto en un país donde, según la ONU, cada mes aparecen mil nuevos jóvenes sin estudio ni empleo. Así, ¿qué futuro estamos sembrando?
En España están volviendo a meter los libros en la escuela y la escritura a mano, porque vieron que tanta pantalla reducía comprensión lectora y capacidad de concentración. Acá los niños no saben ni leer, pero tendrán computadora para volverse más dependientes y razonar menos.
Lo que sobra aquí no es tecnología ni presupuesto, es soberbia y terquedad. Y para muestra: en este país es una universidad regional la que está marcando la agenda noticiosa, casi a diario y siempre con escándalos. ¿Por qué nadie le pone el cascabel a ese gato? ¿O ese cuartel de invierno se lo comparten todos?
Por: Flor Mizrachi
Periodista
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