Entre leyes que no se debaten y vidas que se pierden
1 de Noviembre de 2025
Exclusivo para Contrapeso
NO HUBO ATENCIÓN LEGISLATIVA A LA PROPUESTA DE LEYES ANTICORRUPCIÓN
Meses atrás, un diario nacional publicó el resultado de una encuesta afirmando que, para la mayoría de los consultados, el mayor problema que enfrentaba el país es "la corrupción". El proyecto de una ley general anticorrupción, recientemente presentado por varios diputados afiliados al Movimiento VAMOS, fue desatendido por la Asamblea Nacional de Panamá y "ni siquiera llegó al primer debate". Así lo informa el mismo medio que tiempo atrás publicó la encuesta. Entre tanto, nuestro Procurador de la Nación, Sr. Luis Gómez, preguntado al respecto, ofreció este obvio comentario: "no existió voluntad para la discusión del tema por parte de la Comisión de Gobierno".
¿Cuál es la realidad que emana de esta situación? Que las encuestas no reflejan la verdad del sentir nacional.
Si los diputados y diputadas que mostraron su rechazo a la iniciativa de sus colegas de VAMOS hubiesen creído posible un castigo del electorado por su indiferencia, otra hubiese sido su reacción. Y es que se sigue insistiendo en solamente señalar a la corrupción política y no a la también existente corrupción civil, la que habilita con silencio e indiferencia el poder de los políticos corruptos.
La abrumadora mayoría de los aproximadamente 250,000 empleados públicos que conforman el obsoleto paradigma administrativo vigente son producto del "clientelismo político" patrocinado por la partidocracia tradicional y votan en las elecciones para preservar el "status quo" y defender su puesto. Si el partido en el que están inscritos rehúsa atender las necesarias reformas a las leyes existentes, para evitar la corrupción política de la que el pueblo se queja, su inacción no producirá un rechazo a la hora de ir a las urnas, aun si hoy actos de corrupción contra la administración pública solo acarrean una pena de dos a cuatro años de prisión, no son considerados como "delito grave" y permiten que un delincuente, confeso y/o condenado, evite prisión reemplazando su sentencia por "multa o trabajo comunitario". Incluso hay corruptos que hasta eso logran evadir, ya que "el término de prescripción legal es corto" para ese tipo de infracción ("delito leve"); todo lo que tienen que hacer el sindicado y su "abogangster" para evitar ir a juicio es turnarse en el dolor de cualquier parte del cuerpo, apoyados por el certificado médico de un galeno que acepte pagos por un falso diagnóstico, y esperar a que el tiempo pase y se cumpla el término judicial del periodo para ser juzgado.
Más clara no puede ser la señal que presenta la negativa legislativa. A los sorprendidos por lo sucedido pregunto: ¿a quién se le ocurre que el cáncer va a contribuir a producir una cura contra su existencia?
LA MUERTE DE DOS ESTUDIANTES EN LA COMARCA NGÄBE-BUGLÉ
Dos niñas estudiantes, de cinco y de ocho años respectivamente, murieron ahogadas por una "crecida de río" mientras cruzaban una quebrada, luego de salir de la escuela que atendían en la Comarca Ngäbe-Buglé. No demoraron las reacciones gubernamentales y civiles lamentando el hecho. Incluso el cardenal José Luis Lacunza hizo "un llamado a la conciencia social y a la solidaridad, frente a las desigualdades que persisten en el país". El cardenal exhortó a la ciudadanía a "no mirar con indiferencia" tales tragedias, aunque dudo que muchos dediquemos atención alguna sobre los aconteceres y problemas existenciales de nuestras comunidades indígenas.
Mientras no exista una comprensión clara de las necesidades de cada una de nuestras provincias y comarcas, no existirá la posibilidad de una voluntad administrativa que presente soluciones y no paliativos. El presente paradigma administrativo impide a cada provincia identificar proyectos urgentes, utilizar sus recursos económicos propios y directamente enfrentar sus retos y necesidades. Todo dependerá de lo que decida el poder político asentado en la ciudad capital, un ente apartado física y emocionalmente de nuestras poblaciones interioranas. Mientras no tengamos voluntad para actuar y alterar definitivamente esa indiferencia de la que habla el cardenal Lacunza, que es política y también civil, ¿cómo evitar entonces el abandono a su suerte que experimenta la población de nuestro interior?
La percepción de utilización de la tragedia para producir efecto político no puede ser evitada. El gobierno indicó que existen planes para "construir trescientos puentes" a nivel nacional, lo que me hizo recordar el cuento de un político que, como atractivo electoral, propuso un puente a una comunidad del interior del país. La gente le recordó que allí ni río había. "Les pondremos un río también", fue la respuesta.
Una vez más, en lugar de prevenir, reaccionamos a una tragedia, problema que no puede ser achacado solamente a la falta de atención de las autoridades del Gobierno Nacional; también deben ser señaladas las autoridades comarcales, que poseen responsabilidades que podrían no estar siendo cumplidas adecuadamente. La promesa de "trescientos puentes" no parece considerar el antecedente a la tragedia: ¿pudo haberse construido la escuela en un lugar más accesible? ¿Existe algún servicio que pueda alertar a las comunidades cuando corren peligro por el efecto de lluvias que se producen a gran distancia y cuya existencia desconocen? ¿Y si se trata de áreas completamente apartadas, qué puede y debe hacerse para evitar una separación física tan drástica que impide el aprovechamiento de lo que ofrece un centro urbano, desde hospitales hasta escuelas? En el mundo real, una comunidad de 15 personas viviendo en un lugar de difícil acceso no tendrá la oportunidad de que se les construya una escuela, una carretera, una clínica. El sector privado, algo que atestigüé durante mis cinco años de servicio público, no encuentra rentable la inversión bajo tales circunstancias por la dificultad que enfrenta ese tipo de empresa. Ningún gobierno va a gastar una suma considerable para atender necesidades que no se vean justificadas por un objetivo examen costo-beneficio y no encontrará quien acepte construir nada a bajo precio y en áreas de difícil acceso.
¿Qué hacer para integrar, de manera segura y efectiva, a los residentes de sectores alejados? ¿Terrenos baratos, entrenamiento laboral?
Enviamos nuestro pésame a sus familiares. ¿Quién no se conmueve por dos niñas estudiantes que pierden su vida por tratar de estudiar y aprender? ¿Cómo no identificarnos con el dolor de sus padres y las interrumpidas esperanzas? ¿Quién no se pregunta cómo es posible que inocentes sufran mientras corruptos continúan eructando sueños ajenos?
Entre tanto, nuestros dinámicos legisladores, esos que no tienen tiempo para instituir una ley anticorrupción, sí han encontrado espacios para crear una nueva ley, la 453, que restituye al 1.º de noviembre como Día del Niño y de la Niña en Panamá, "para celebrar y promover la protección integral de sus derechos", siempre y cuando no vivan en casa del carajo y tengan que cruzar ríos para llegar a la escuela, o sufran picaduras de culebra cerca de "centros médicos" donde solo hay un par de "curitas" y un frasco de merthiolate con fecha de 1987.
FALLECE EL CANTANTE NACIONAL "JAPANESE"
Se ha mudado "al otro barrio" Leavitt Eduardo Zambrano Haynes, cantante de música urbana mejor conocido por su apodo profesional "Japanese". Eduardo fue un destacado contribuyente al desarrollo nacional del "reggae en español". A pesar de no haberlo conocido o trabajado con él, su trayectoria y participación en el género merecen nuestro respeto. Su esfuerzo debe ser reconocido y su deceso lamentado por todos.
¡Descanse en paz, colega "Japanese"!
AL CIERRE...
Viene otro préstamo a Panamá, por 350 millones, esta vez del BID (Banco Interamericano de Desarrollo). ¿El propósito?: "sostener el presupuesto de la nación y las pensiones durante la vigencia fiscal del presente año, 2025". Antes indicamos que nos endeudamos cada vez más para, con esos fondos, cubrir los déficits que experimenta la economía nacional. No se ven indicaciones de que esta práctica vaya en disminución. Lo ideal es hacer préstamos que puedan invertirse para generar ganancias. Este no es el caso aquí. La ausencia de ingresos estatales hace necesaria la continua solicitud de fondos, todo bajo la promesa de que luego "Dios dará". Ojalá y así sea, porque el dinero que proporciona el Canal no resulta ni remotamente adecuado para detener la hemorragia causada por los billones de dólares dedicados a sostener el "clientelismo político".
Al ex del MEF, el ministro Alexander, le han dado duro por su gestión durante el gobierno de "Nito" Cortizo. Aunque hasta ahora el nuevo ministro Chapman sigue pasando agachado, al paso que va la bajadera de la barra corre el serio riesgo de que se le fracture la espalda.
Por: Rubén Blades