Cosas que no entiendo de Panama: auxilios económicos

9 de Noviembre de 2025

Exclusivo para Contrapeso

El caso Ifarhu y el precio de estudiar en un país donde la meritocracia parece opcional

La semana pasada empezaron las audiencias de imputación por las presuntas irregularidades en la entrega de auxilios económicos del Ifarhu. Un auxilio económico, según la página oficial del instituto, es —perdón, era— una ayuda para estudiantes panameños que requerían apoyo con el fin de asistir a programas de educación superior dentro o fuera del país. Era.

Como evaluación para recibir el auxilio económico, solo debías sustentar tu necesidad económica. Este es un tema que a muchos estudiantes panameños nos llena de incertidumbre, incluyéndome. Porque si no te entregaron un auxilio económico, no te quedó evidencia de que fuiste, lo solicitaste y te lo negaron. Y lo entiendo, porque eso me pasó a mí.

En 2018, cuando me estaba graduando de una escuela privada en la ciudad de Panamá, fuimos al Ifarhu. Ellos sabían quién era yo: por ocho años fui meritoria de su beca, una de las pocas ayudas a las que sí les exigen constancia académica mensual cada vez que liberan el pago. Selección nacional de esgrima, puesto de honor, finalista regional del Concurso Nacional de Oratoria. Sí, el mismo concurso de oratoria donde participó uno de los influencers que luego recibiría el famoso auxilio económico.

Durante ese tiempo, mi mamá era el único ingreso de mi hogar. Funcionaria médica de la Caja de Seguro Social. El proceso era simple: llegabas, presentabas tu caso, te sentabas frente a un funcionario del Ifarhu y le mostrabas tus notas, lo que querías estudiar y cómo estaba la situación económica en tu casa.

Nosotros íbamos por una beca. Y viendo los otros casos de auxilios económicos, me pregunto: ¿qué me habrá faltado? Sin entregarme constancia ni razones oficiales, me dijeron que me la negaban porque era una carrera artística, que no era “importante ni necesaria” para el país. Cine.

También me dijeron que me la negaban porque quería estudiar en una universidad nacional y privada. Ni siquiera estaba aspirando a estudiar en Estados Unidos. Por último, me dijeron que si mi mamá había hecho el esfuerzo hasta ese momento para graduarme, y ellos sabiendo que por ocho años me habían apoyado, podía seguir haciéndolo. Y eso fue exactamente lo que hizo.

Este es el último año de mi carrera. Una carrera pagada con el esfuerzo de mi mamá. Una carrera que no iba a elegir. En una universidad que no iba a elegir.

El presidente José Raúl Mulino, en su discurso de imposición de banda presidencial, anunció que los auxilios económicos se transformarían en préstamos, con la posibilidad de que quienes los recibieron devolvieran el dinero al Estado. En septiembre del año pasado, quienes fueron beneficiados de manera polémica podían devolverlo voluntariamente.

Hoy, octubre de 2025, han empezado a llamarlos a capítulo para obligarlos a hacerlo. No culpo a quienes lo tomaron. No culpo a sus padres. Ni siquiera culpo a la funcionaria que me dio mil excusas. Lo que quiero saber es: ¿qué vamos a hacer para que esto no vuelva a ocurrir?

Puedes ver el video de este artículo en youtube

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Por: Esperanza Villalobos

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