Pasado y presente del gobierno corporativo en América Latina y su importancia para Panamá
7 de Octubre de 2025
Exclusivo para Contrapeso
Escribo esta columna desde Santiago de Chile, donde se celebra el 6 y 7 de octubre una nueva edición de la Mesa Redonda Latinoamericana de Gobierno Corporativo de la OCDE. Esta reunión, a la que se asiste únicamente por invitación, reúne a reguladores, formuladores de políticas, empresas e inversionistas de toda la región y más allá. Es un espacio único de diálogo estructurado, donde se comparten experiencias, se revisan estándares internacionales y se busca consensuar prioridades para fortalecer el gobierno corporativo en América Latina.
Los orígenes: de Sao Paulo a la región
La Mesa Redonda nació en el año 2000 en Sao Paulo, fruto de la cooperación entre la OCDE y el Banco Mundial, con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional y el Foro Global de Gobierno Corporativo. Desde sus inicios, se inspiró en los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE, publicados en 1999 y reconocidos como uno de los estándares internacionales clave para la estabilidad financiera global.
La primera fase (2000-2003) estuvo marcada por la sensibilización y la creación de consensos regionales. De allí surgió el Papel Blanco sobre Gobierno Corporativo en América Latina (2003), un documento de referencia que adaptó las recomendaciones globales a las circunstancias locales.
La segunda fase (2004-2010) buscó profundizar la implementación y monitorear avances. Se discutieron temas como la efectividad de las juntas directivas, el papel de los inversionistas institucionales, la aplicación de códigos de buen gobierno y los retos del cumplimiento normativo. Durante esos años, se consolidó también el Círculo de Empresas de la Mesa Redonda (2005), en el que compañías líderes compartieron buenas prácticas directamente con el foro.
La trayectoria de la Mesa ha estado acompañada por instituciones locales: reguladores de valores, bolsas de valores e institutos de gobierno corporativo, que se sumaron como aliados estratégicos. De este esfuerzo colectivo surgió también la red IGCLA (Institutos de Gobierno Corporativo de América Latina), lanzada en 2012, que fortaleció la cooperación regional.
El presente: agenda 2025 en Santiago
Veinticinco años después de su primera reunión, la Mesa Redonda aborda en Chile los desafíos más actuales y urgentes. La agenda de 2025 incluye debates sobre:
Sostenibilidad y resiliencia en las empresas, con base en las tendencias regulatorias globales y en la creciente exigencia de transparencia en la divulgación de información ambiental, social y de gobernanza.
Proveedores de índices y calificaciones ESG, un tema clave para mejorar la calidad, independencia y transparencia de las métricas que orientan a los inversionistas.
Empresas estatales, con el lanzamiento regional de las revisadas Directrices de la OCDE sobre Gobierno Corporativo de Empresas de Propiedad Estatal, que buscan profesionalizar la gestión y asegurar un campo de juego equitativo.
El rol de las juntas directivas, con foco en cómo integrar los riesgos y oportunidades de sostenibilidad en la estrategia empresarial y en la divulgación de información.
Bonos sostenibles, un mercado en rápida expansión, cuya regulación e integridad son esenciales para garantizar que financien proyectos de verdadero impacto social y ambiental.
Desarrollo de los mercados de capitales, analizando la baja liquidez y el alto grado de concentración que caracterizan a América Latina, así como las tendencias en emisiones de bonos y listados de acciones.
Estos temas reflejan la continuidad de preocupaciones históricas —como la concentración de la propiedad, los conglomerados y la liquidez limitada—, pero adaptadas a un contexto donde la sostenibilidad, la transparencia y la resiliencia son ya exigencias ineludibles.
Una mirada de esperanza
La experiencia acumulada demuestra que la Mesa Redonda no es solo un foro de discusión, sino un catalizador de reformas. Sus debates han permeado legislaciones, códigos de buen gobierno y prácticas empresariales en toda la región.
Hoy, frente a desafíos globales como el cambio climático, la digitalización y la necesidad de mercados más profundos y transparentes, este espacio vuelve a mostrar su relevancia. Que América Latina participe activamente en la revisión de principios y directrices internacionales, aportando sus experiencias locales y aprendiendo de otras jurisdicciones, es una señal alentadora.
La agenda 2025 confirma que la región está llamada a jugar un papel más activo en el diseño de un futuro donde el buen gobierno corporativo no sea un fin en sí mismo, sino un medio para generar confianza, atraer inversión y promover un desarrollo sostenible e inclusivo.
¿Y Panamá en todo esto? Todavía no se le saca todo el provecho. Hay mucho camino por recorrer.
Por: Carlos Barsallo
Abogado
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