Archivo Vivo: ¿Se renueva el PRD?

9 de Octubre de 2025

Exclusivo para Contrapeso

El 5 de mayo de 2024, el entonces partido de gobierno, el legendario Partido Revolucionario Democrático (PRD), tenía 724,152 adherentes, pero su nómina presidencial, encabezada por el entonces vicepresidente de la República, José Gabriel Carrizo, solo obtuvo 133,800 votos, lo que equivale a un 18.5% de la membresía, suponiendo que sus votos fueron de miembros del partido. La nómina de Carrizo quedó en sexto lugar, el peor resultado electoral del partido en la era democrática.

Por si fuera poco, el PRD perdió las importantes alcaldías de Panamá, San Miguelito, Colón, David, Santiago y La Villa de Los Santos, entre otras. Los cacicazgos de décadas colapsaron ante el pase de factura de una nueva generación de votantes que le dio a la partidocracia panameña un baño de agua fría de realidad. La ciudadanía ejerció su contrapeso.

Ante la renuncia de cinco miembros del Comité Ejecutivo Nacional: Rubén De León – secretario general, Crispiano Adames – primer vicepresidente, Doris Zapata – primera subsecretaria, Edgardo “Zurdo” Jiménez – sexto secretario y Rogelio Paredes – segundo vicepresidente, en la práctica esta renuncia implica que el CEN no puede tomar decisiones, ya que cinco de los diez miembros no están actuando. El CEN es la junta directiva del PRD, su torre de control y, por lo tanto, el órgano de poder del colectivo.

Los bandos

Hasta la fecha de redacción de esta nota, había 45 candidatos para las cinco posiciones vacantes del CEN: para primer vicepresidente, 10 candidatos; para segundo vicepresidente, 11 candidatos; para primer subsecretario, 10 candidatos; para secretario general, 8 candidatos; y para sexto subsecretario, 6 candidatos. Las tres candidaturas de más alto perfil son las de Balbina Herrera y Pedro Miguel González a la Secretaría General, y la de Bernardo Meneses a la primera vicepresidencia.

Balbina Herrera

Pocas personas se pueden identificar con el PRD como Balbina Herrera. La ingeniera es miembro fundadora del PRD. Perteneció a la llamada “tendencia”, una corriente de izquierda anclada principalmente en instituciones como la Universidad de Panamá, el IRHE, la Dirección de Reforma Agraria del MIDA, entre otras entidades. Ingeniera agrónoma de profesión, Herrera fue alcaldesa de San Miguelito en el periodo 1984-1989, cuando, en reacción a las protestas civiles contra la dictadura militar, acuñó la expresión “civilista visto, civilista muerto”.

En el periodo democrático fue diputada en tres ocasiones, alcanzando la presidencia del Órgano Legislativo. Durante el gobierno de Guillermo Endara (1989-1994), Herrera fue una protagonista de la protesta realizada el 11 de junio de 1992 contra la visita del entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, quien había ordenado la invasión de Panamá en 1989. Balbina Herrera lideró un pequeño grupo de manifestantes que causó una reacción excesiva de represión de la Policía Nacional, la cual empleó gases lacrimógenos para controlar la protesta y produjo la molestia del presidente estadounidense, quien se tuvo que retirar de la Plaza Porras de la ciudad de Panamá afectado por los gases.

Durante el gobierno del presidente Martín Torrijos (2004-2009), Herrera fue ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, manteniendo un alto perfil durante esa administración. A pesar de que la preferencia de Herrera era correr en el año 2009 para la alcaldía del distrito de Panamá, un grupo de caciques del partido la conminó a correr como candidata presidencial contra el entonces alcalde de la capital, Juan Carlos Navarro.

En las primarias del PRD, Herrera derrotó a Navarro, pero tuvo que incorporarlo a la nómina como vicepresidente. La elección de mayo de 2009 fue una derrota contundente del PRD por parte de la nómina liderada por Ricardo Martinelli. Años más tarde, Herrera volvió al foro público en el proceso de los pinchazos, cuando actuó como una de las principales víctimas de las interceptaciones de las telecomunicaciones que fueron atribuidas al gobierno de Martinelli. Sin embargo, este empresario político fue absuelto en el proceso judicial de alto perfil.

Pedro Miguel González

Su padre, Gerardo González, fue uno de los más estrechos colaboradores y amigos del general Omar Torrijos Herrera y, por ende, uno de los ideólogos fundadores del PRD. Siendo joven, Pedro Miguel González fue vinculado al asesinato del sargento puertorriqueño del ejército de los Estados Unidos, Zak Hernández, cuando hacía una patrulla en la carretera Transístmica junto a otros dos soldados. El vehículo fue atacado con disparos, los que mataron a Hernández e hirieron a sus dos compañeros. Pedro Miguel González estuvo prófugo por dos años y se entregó en la presidencia de la República cuando Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) se convirtió en primer mandatario. González se entregó en compañía de su abogado Carlos Carrillo y fue sometido a un proceso judicial, con jurado, junto a otros dos imputados, todos los cuales fueron absueltos el 1 de noviembre de 1997. La magistrada que presidió ese juicio fue la hoy presidenta de la Corte Suprema de Justicia, María Eugenia López Arias.

Pedro Miguel González inició una larga carrera en la Asamblea Nacional como diputado. Alcanzó la presidencia del Órgano Legislativo en el periodo del presidente Torrijos, lo que se convirtió en un obstáculo para que el gobierno de los Estados Unidos, presidido por George Bush hijo, se dispusiera a ratificar el tratado de promoción comercial negociado entre Panamá y dicho país. Siendo diputado, en el año 2015, a González le correspondió formar parte del proceso contra el entonces magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Alejandro Moncada Luna. González actuó como fiscal de la causa y obtuvo una condena de 60 meses de prisión contra Moncada Luna por los delitos de enriquecimiento ilícito y falsedad ideológica, siendo hasta ahora la única condena obtenida contra un magistrado del máximo tribunal panameño.

El 30 de octubre de 2016, Pedro Miguel González fue electo secretario general del PRD luego de vencer a su contrincante, el expresidente de la República Ernesto Pérez Balladares. Durante el gobierno de Laurentino Cortizo (2019-2024), el 24 de junio de 2020, la ministra de Salud, Rosario Turner, quien dirigía los esfuerzos contra la pandemia del COVID-19, fue destituida de forma inexplicable. Pedro Miguel González actuó como amigable componedor entre la exministra y la dirigencia del gobierno para evitar un cisma político producto de la acumulación de escándalos alrededor del manejo de la pandemia por parte del gobierno de Cortizo.

Bernardo Meneses

Antes de ocupar la dirección del IFARHU, Meneses era presidente de la juventud del PRD. En 2019, el entonces presidente electo Laurentino Cortizo anunció la designación de Meneses al importante cargo educativo, a pesar de que el joven líder político no tenía la experiencia previa comparable con las responsabilidades que debía asumir. En el IFARHU, Meneses tuvo que enfrentar el desafío de ofrecer las becas y auxilios económicos durante la pandemia y, a su vez, gestionar de forma responsable y transparente los cuantiosos recursos económicos a su cargo.

A pesar de insistentes esfuerzos, por medio de la aplicación de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, así como una constante presión ciudadana, el IFARHU se negó a divulgar la identidad de los beneficiarios de los auxilios económicos. Poco a poco fue trascendiendo a la opinión pública el nombre de algunos favoritos del poder, como la hija de una conspicua diputada, los descendientes de prósperos empresarios y otros beneficiarios que recibieron cientos de miles de dólares para estudiar inglés.

El escándalo sobrevivió al cambio de gobierno y se convirtió en uno de los primeros casos de corrupción de alto perfil investigados durante el gobierno de José Raúl Mulino (2024-2029). Meneses ha sido imputado por tres delitos: peculado, blanqueo de capitales y enriquecimiento injustificado. Actualmente está en detención provisional en la cárcel de Tinajitas por este último delito. Su postulación es al cargo de primer vicepresidente del CEN. Esta candidatura es vista por algunos sectores como un medio para obtener el beneficio del fuero electoral en favor de Meneses. Dado que la elección es el 23 de noviembre, el término del fuero es muy corto para ser relevante. En cambio, si Meneses resulta electo, sería un espaldarazo a su situación procesal, lo que permitiría declarar que es un “perseguido político” y usar esa condición a su favor.

¿Cómo quedan las cosas?

Sea cual sea el resultado de la elección del Directorio Nacional del 23 de noviembre, la realidad es que el CEN del PRD seguirá teniendo como presidente al diputado Benicio Robinson. Este político tiene 41 años en el Órgano Legislativo. Es Robinson, entonces, quien maneja el partido, controla el rol del PRD en la Asamblea y, como miembro casi permanente de la Comisión de Presupuesto, se encarga de la obtención de fondos para los propósitos del partido. Si eso no cambia, la hoja de ruta del PRD será simplemente más de lo mismo.

Para conocer más, aquí les dejamos el documento oficial del Tribunal Electoral sobre dichas elecciones.

Descárgalo aquí

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Por: Rodrigo Noriega

Abogado

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