Ojo al dato: ¿A qué le teme el 58% de los panameños?
17 de Octubre de 2025
Exclusivo para Contrapeso
Una investigación denominada “Estudio sobre las libertades de expresión y de prensa en Panamá”, realizada por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS), con el apoyo del Forum de Periodistas y el auspicio de la Unión Europea, debe servir como un termómetro de la realidad de la comunicación social en Panamá, así como de lo que los panameños y panameñas opinan sobre las libertades de expresión y prensa, acompañado del análisis sectorial de quienes conforman todas las patas de la actividad de los medios de comunicación en Panamá.
El estudio incluye una encuesta realizada del 10 al 21 de marzo de este año, en la que se entrevistó a 1,230 personaspor vía telefónica. El margen de error del estudio de opinión es de +-2.8%. Todos los entrevistados eran mayores de edad.
El miedo a la libertad
De acuerdo con la encuesta realizada para este estudio, el 58% de los panameños tiene miedo a “expresar sus opiniones por las posibles consecuencias negativas que le acarrearían”. Una mayor proporción de la ciudadanía, el 67% de las personas, piensa que en Panamá hay limitaciones para expresarse libremente. Esto significa que dos tercios de la población considera que en este país hay condiciones que bloquean el ejercicio de la libertad de expresión a los ciudadanos. Si los panameños y panameñas no pueden o no quieren expresar realmente lo que opinan, ¿qué clase de país es Panamá?
Por otra parte, un 61% de los encuestados piensa que los “medios de comunicación en Panamá no son libres o lo son parcialmente”. El 74% de los panameños piensa que “los medios de Panamá son poco o nada independientes del gobierno”, mientras que el 72% considera que los medios no son independientes frente al poder económico. Si más de 6 de cada 10 panameños considera que los medios no son totalmente libres y casi tres cuartos opina que carecen de independencia frente al gobierno y los poderes económicos, esto representaría la mayor debilidad de la industria de medios de comunicación en Panamá, ya que para la gran mayoría de la ciudadanía los medios de comunicación tradicionales son una suerte de títeres del poder.
Quizás el dato más triste del estudio de opinión es que el 44% de los encuestados manifestó que no tiene interés en informarse de los asuntos públicos. Si esa población que opina de esa forma no participara de las elecciones generales, el porcentaje del voto sería de un 56%. Sin embargo, en la elección del 5 de mayo de 2024 votó el 77.64% de la población habilitada. Es decir, que por lo menos la mitad de los que no les interesa conocer sobre asuntos públicos probablemente votó en las últimas elecciones. Esto explicaría algunos de los resultados lamentables de ese proceso electoral.
Cuando una sociedad teme ser libre, se vuelve controlable. Y cuando las personas renuncian a su voz, pierden la posibilidad de transformarse y de transformar su entorno. Tenemos una gran deuda con Erich Fromm, pero la deuda es mucho mayor con nosotros mismos.
El poder
En la parte cualitativa del estudio se realizaron múltiples entrevistas a dueños y directivos de medios de comunicación, así como a representantes gremiales y a profesores universitarios de la disciplina. Adicionalmente, se hicieron grupos focales con periodistas activos en Panamá y David.
Los dueños y directivos de medios de comunicación tradicionales cuestionaron el marco jurídico imperante de la libertad de expresión en Panamá, que facilita el acoso a periodistas y medios de comunicación con demandas civiles y querellas penales. A su vez, señalaron la política errática de divulgación de información pública por parte del Estado, ya que, so pretexto de la Ley de Protección de Datos Personales, se limita el acceso a la información pública. Igualmente, cuestionaron la forma en que el gobierno reparte la pauta publicitaria del Estado. Estos entrevistados no se consideraron a sí mismos como carentes de independencia frente a los poderes políticos o económicos.
En cuanto a los periodistas entrevistados, el panorama fue distinto. Los profesionales de la comunicación social coincidieron en opinar acerca de la existencia de barreras impuestas por los gobiernos al acceso a la información, así como la distribución arbitraria de la pauta publicitaria del Estado. Los periodistas cuestionaron la precariedad laboral que enfrentan en la mayoría de las redacciones de los medios tradicionales. Un hallazgo muy significativo de los grupos focales, en particular el de los periodistas de la ciudad de Panamá, fue el abierto señalamiento de la “concentración del poder político y económico, lo que repercute en la falta de pluralismo mediático y amenaza la necesaria independencia de los medios”.
Los medios de comunicación son esenciales para el pleno ejercicio de las libertades de expresión e información. Estas libertades son fundamentales para el funcionamiento de una democracia viable. Al mismo tiempo, una ciudadanía informada con medios de comunicación independientes puede propiciar el fortalecimiento del Estado de Derecho. Uno de los efectos más positivos de la libertad de expresión en una ciudadanía informada es la rápida corrección de acciones, iniciativas o políticas públicas que impactan negativamente a la sociedad. Eso produce economías más eficientes, gobiernos más competentes y una ciudadanía más comprometida con las instituciones.
Sin medios de comunicación confiables y con miedo a expresarse libremente, la ciudadanía pierde su “pegamento” con la democracia y se le abre la puerta a demagogos, mesías, al crimen organizado y a la desesperanza.
El estudio completo se puede ver aquí.
Por: Rodrigo Noriega
Abogado
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